Este pintor italiano nacido en Urbino era discípulo de su padre, que era profesor en la importante Academia de San Luca de Roma. Perfeccionó su técnica clasicista con otros pintores que apostaban por este estilo como Landi o Camuccini. Aparte de su aportación al mundo de la pintura, estuvo vinculado a la actividad de la Academia dirigiendo una cátedra en 1835 y ejerciendo de presidente entre 1854-1855. Agricola destacó por sus retratos de nobles italianos y extranjeros, convirtiéndose en uno de los más destacados retratistas neoclásicos de base rafaelesca. Una de sus obras más conocidas fue el "Retrato de Constance Monti Perticari" (1821).
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